Por Patricia Lee Wynne [Sputnik] - "Hago un llamado a todos los gobiernos para que se sumen a los esfuerzos para confrontar a Irán", expresó Benjamin Netanyahu en el Foro Mundial del Holocausto frente a los mandatarios e invitados en Jerusalén, utilizando la conmemoración de la liberación del campo de concentración de Auschwitz por el Ejército Rojo, para atacar al país persa.
La declaración del primer ministro israelí va a tono con el asesinato del general Qasem Soleimani por parte de EEUU. Ningún país digno del mundo puede mantenerse indiferente ante semejante ataque a su soberanía, uno más en la lista de 40 años de crímenes, guerras, atrocidades y rotundos fracasos de EEUU en Oriente Medio.
El objetivo es Irán porque es un país independiente. La revolución de 1979 que derribó al sha provocó la mayor derrota al dominio de EEUU en esa zona del mundo.
Desde entonces, Washington no logra recuperarse y cada agresión le aliena aún más las simpatías del pueblo musulmán. Es parte de su decadencia global, a pesar de que la prepotencia de Donald Trump pueda indicar lo contrario.
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