x Walter Mendoza [lahaine.org] - Es hora del levantamiento y la rebeldía de los pueblos contra la tiranía mundial del capitalismo
Una desesperada batalla campal es la que está librando la humanidad para detener el avance mortal del coronavirus.
Desde su aparición en Wuhan China, hace tres meses, la pandemia ha contagiado a un millón de personas y provocado la muerte a 50 mil, en un planeta habitado por 6 mil millones de seres humanos.
Gran parte de la población mundial hoy está sitiada en las ciudades, atrincherada en sus casas, como medida extrema para escapar de la peste y para salvar la vida. Vivimos, sin duda, un tiempo de tensión y crisis sicológica, mientras la ciencia, en una lucha contra el reloj, busca en la medicina una solución a los retos de la pandemia.
El coronavirus le está diciendo al mundo, en todos los tonos, que es más importante la vida que el capital, porque sin vida no hay empresa. La salvación está en la solidaridad humana y no en la perversidad de Donald Trump, que en medio de esta vorágine sigue sosteniendo guerras en el mundo y criminales bloqueos económicos contra los pueblos y gobiernos que odia, porque no se le arrodillan.
Esa actitud demencial debe cesar, entrar en razón por un instante, para sumar esfuerzos a la inteligencia que busca por todos los medios una fórmula de neutralización de la amenaza - Leer texto completo
Una desesperada batalla campal es la que está librando la humanidad para detener el avance mortal del coronavirus.
Desde su aparición en Wuhan China, hace tres meses, la pandemia ha contagiado a un millón de personas y provocado la muerte a 50 mil, en un planeta habitado por 6 mil millones de seres humanos.
Gran parte de la población mundial hoy está sitiada en las ciudades, atrincherada en sus casas, como medida extrema para escapar de la peste y para salvar la vida. Vivimos, sin duda, un tiempo de tensión y crisis sicológica, mientras la ciencia, en una lucha contra el reloj, busca en la medicina una solución a los retos de la pandemia.
El coronavirus le está diciendo al mundo, en todos los tonos, que es más importante la vida que el capital, porque sin vida no hay empresa. La salvación está en la solidaridad humana y no en la perversidad de Donald Trump, que en medio de esta vorágine sigue sosteniendo guerras en el mundo y criminales bloqueos económicos contra los pueblos y gobiernos que odia, porque no se le arrodillan.
Esa actitud demencial debe cesar, entrar en razón por un instante, para sumar esfuerzos a la inteligencia que busca por todos los medios una fórmula de neutralización de la amenaza - Leer texto completo