El riesgo de amputación en Cuba durante 2013, en los pacientes con
úlcera de pie diabético, se redujo en más de 80 por ciento, como
resultado de la aplicación del medicamento Heberprot-P, informó hoy un
científico.
El investigador Manuel Raíces, del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana, donde se desarrolla el medicamento, único en el mundo, dijo a la prensa local que el propósito es lograr que en el año 2016 las mutilaciones por úlcera del pie diabético sean casos rarísimos y no consecuencia de la dolencia.
La amputación es una complicación muy temida, pues más del 50 por ciento de los enfermos a los que hay que aplicársela por esa causa no sobreviven un lustro después.
Un estudio de la efectividad de la aplicación del Heberprot-P obtuvo la víspera el premio especial al resultado de mayor integración del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba.
Con la terapia cubana se han tratado unos 140.000 pacientes en el mundo, con excelentes resultados por sus propiedades de estimulador de la granulación y re-epitelización rápida de las úlceras en miembros inferiores.
Unos 29.000 enfermos cubanos, el 70 por ciento de los detectados, fueron atendidos en el sistema de atención primaria de salud, cuyo tratamiento ambulatorio es de dos a tres semanas al iniciarse la lesión, y el proceso es rápido antes de que sean las úlceras complejas.
Raíces destacó que el 75 por ciento de las personas que desarrollaron una úlcera en sus extremidades este año, llegaron de forma temprana a la consulta, lo que garantiza una mayor efectividad en el tratamiento.
La aplicación del Heberprot-P en Cuba comenzó en 2007, y la eficacia del producto se puso de manifiesto en un estudio realizado un lustro después en más de 4.000 pacientes para conocer la efectividad.
Este fármaco tiene como principio activo el factor de crecimiento humano recombinante, y se aplica de manera inyectable por vía intra y perilesional.
El tratamiento se realiza en unos dos meses, con tres aplicaciones semanales mediante la inyección directa en la úlcera.
Cuba registró el producto desde 2006, y en abril de 2007 fue incluido en el Cuadro Básico de Medicamentos de la nación caribeña.
A partir de entonces se inició un programa de extensión nacional que abarcó la atención secundaria y terciaria (hospitales e institutos), y desde 2008 comenzó a aplicarse en más de 300 centros de la atención primaria de salud.
El medicamento tiene registro sanitario en 20 países, entre ellos Argentina, Bolivia, Ecuador, México, Venezuela y, más recientemente, Rusia.
Otra decena de países, como Brasil y Perú, negocian o realizan ensayos en sus centros hospitalarios con este producto biotecnológico cubano.
De acuerdo con la Fundación Mundial de la Diabetes, en el mundo padecen de diabetes unos 300 millones de personas.
Más de la mitad de los pacientes diabéticos no pueden mantener controlados sus niveles de glucosa, incrementándose así el riesgo de padecer de complicaciones como la ceguera, fallo renal y las citadas amputaciones.
Cada año, entre el 15 y el 30 por ciento de los diabéticos con úlcera requieren amputación del miembro inferior, frecuentemente precedida por infección y gangrena.
La pérdida de una extremidad no sólo significa una disminución considerable de la calidad de vida del paciente, sino que, en las naciones donde el sistema de salud está subvencionado por el Estado, representa también un enorme gasto público, tanto por el ingreso hospitalario, como por la amputación, que es una operación costosa --- PL vìa Argenpress
El investigador Manuel Raíces, del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana, donde se desarrolla el medicamento, único en el mundo, dijo a la prensa local que el propósito es lograr que en el año 2016 las mutilaciones por úlcera del pie diabético sean casos rarísimos y no consecuencia de la dolencia.
La amputación es una complicación muy temida, pues más del 50 por ciento de los enfermos a los que hay que aplicársela por esa causa no sobreviven un lustro después.
Un estudio de la efectividad de la aplicación del Heberprot-P obtuvo la víspera el premio especial al resultado de mayor integración del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba.
Con la terapia cubana se han tratado unos 140.000 pacientes en el mundo, con excelentes resultados por sus propiedades de estimulador de la granulación y re-epitelización rápida de las úlceras en miembros inferiores.
Unos 29.000 enfermos cubanos, el 70 por ciento de los detectados, fueron atendidos en el sistema de atención primaria de salud, cuyo tratamiento ambulatorio es de dos a tres semanas al iniciarse la lesión, y el proceso es rápido antes de que sean las úlceras complejas.
Raíces destacó que el 75 por ciento de las personas que desarrollaron una úlcera en sus extremidades este año, llegaron de forma temprana a la consulta, lo que garantiza una mayor efectividad en el tratamiento.
La aplicación del Heberprot-P en Cuba comenzó en 2007, y la eficacia del producto se puso de manifiesto en un estudio realizado un lustro después en más de 4.000 pacientes para conocer la efectividad.
Este fármaco tiene como principio activo el factor de crecimiento humano recombinante, y se aplica de manera inyectable por vía intra y perilesional.
El tratamiento se realiza en unos dos meses, con tres aplicaciones semanales mediante la inyección directa en la úlcera.
Cuba registró el producto desde 2006, y en abril de 2007 fue incluido en el Cuadro Básico de Medicamentos de la nación caribeña.
A partir de entonces se inició un programa de extensión nacional que abarcó la atención secundaria y terciaria (hospitales e institutos), y desde 2008 comenzó a aplicarse en más de 300 centros de la atención primaria de salud.
El medicamento tiene registro sanitario en 20 países, entre ellos Argentina, Bolivia, Ecuador, México, Venezuela y, más recientemente, Rusia.
Otra decena de países, como Brasil y Perú, negocian o realizan ensayos en sus centros hospitalarios con este producto biotecnológico cubano.
De acuerdo con la Fundación Mundial de la Diabetes, en el mundo padecen de diabetes unos 300 millones de personas.
Más de la mitad de los pacientes diabéticos no pueden mantener controlados sus niveles de glucosa, incrementándose así el riesgo de padecer de complicaciones como la ceguera, fallo renal y las citadas amputaciones.
Cada año, entre el 15 y el 30 por ciento de los diabéticos con úlcera requieren amputación del miembro inferior, frecuentemente precedida por infección y gangrena.
La pérdida de una extremidad no sólo significa una disminución considerable de la calidad de vida del paciente, sino que, en las naciones donde el sistema de salud está subvencionado por el Estado, representa también un enorme gasto público, tanto por el ingreso hospitalario, como por la amputación, que es una operación costosa --- PL vìa Argenpress