x Camilo Rengifo Marín [lahaine.org] - El proceso servirá a la derecha para desviar la atención de la grave
crisis económica, social y humanitaria bajo la narco-presidencia del
uribista Iván Duque
El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, se encuentra bajo
arresto domiciliario por los presuntos delitos de soborno y fraude
procesal.
Fundador del Centro Democrático, partido en el gobierno, debió
abandonar su banca en Senado al dictarse su detención y convertirse en
el primer exmandatario que recibe una orden de aprehensión en la
historia contemporánea del país.
Los actos ilícitos por los que lo investiga la Corte Suprema de
Justicia fueron cometidos entre 2015 y 2019 por Uribe, líder de la
ultraderecha colombiana, en el curso del proceso que se le seguía por su
papel protagónico en la formación de grupos paramilitares, responsables
de crímenes de lesa humanidad.
Para algunos analistas, lo decidido por la Sala de Instrucción de la
Corte Suprema de Justicia es el inicio del derrumbe del poder de quien
atizó el odio y la muerte en Colombia.
Y mientras la Sala de Instrucción
decide si precluye el caso o llama a juicio al exmandatario, el país
ahonda su polarización la que, seguramente, marcará de nuevo el proceso
electoral del 2022 para elegir sustituto del uribista Iván Duque.
Para otros, el proceso le servirá a la derecha para desviar la
atención de la grave crisis económica, social y humanitaria que vive el
país bajo la presidencia del uribista Iván Duque, y de salvar el escollo
judicial, permitir el regreso de Álvaro Uribe a la presidencia -
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