por Atilio Boròn -politòlogo- (fragnmento) - Dicho lo anterior, ¿cómo explicar el brutal ataque del gobierno nacional a TeleSUR? ¿Por qué ese enfermizo empecinamiento para excluir a la señal informativa de América Latina de las pantallas argentinas?
Para responder a esta pregunta apelaré primero a lo que decía en una audiencia convocada por la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos un miembro informante del Pentágono: "en el mundo de hoy la guerra antisubversiva se libra en los medios, no en las junglas y selvas o en los suburbios decadentes del Tercer mundo.
Para responder a esta pregunta apelaré primero a lo que decía en una audiencia convocada por la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos un miembro informante del Pentágono: "en el mundo de hoy la guerra antisubversiva se libra en los medios, no en las junglas y selvas o en los suburbios decadentes del Tercer mundo.
Ese es el principal teatro de operaciones." Dado que esto indudablemente es así se entiende el encono de la derecha vernácula y sus mandantes imperiales en contra de TeleSUR. La lucha de clases prosigue su curso, sólo que el escenario principal -se entiende que no el único-se ha trasladado a los medios. Y lo hizo porque, tal como lo dijera Fidel, la "batalla de ideas" es de suprema importancia.
El neoliberalismo ha demostrado ser un fracaso rotundo en la arena económica porque ni garantizó el crecimiento económico y, mucho menos, la distribución progresiva de los ingresos. La famosa "teoría del derrame" es insanablemente falsa y más que una teoría científica un instrumento de propaganda de la derecha. Pero a pesar de esto, recordaba Fidel, el imperialismo se anotó grandes triunfos en la "batalla de ideas".
Y para contrarrestar necesitamos armas como las que nos provee TeleSUR. La derecha también sabe esto y por eso la combate sin piedad e impide que se pueda ver sea en televisión abierta como por la vía del cable. Esto ocurre en Chile, en Colombia, en Brasil y en muchos otros países. No era el caso en la Argentina, pero por eso vino el gobierno de Macri para "corregir" ese error del anterior gobierno.
En ese crucial campo de la lucha antisubversiva que son los medios (y recordemos que quienes nos oponemos al capitalismo y al neoliberalismo somos caracterizados como "subversivos") se produjo en las últimas décadas un fenomenal proceso de concentración corporativa.
En una intervención hecha un par de años atrás el cineasta y documentalista australiano John Pilger afirmó que este proceso de concentración remata en la instauración de un "gobierno invisible" e incontrolable, que no rinde cuentas ante nadie y que actúa sin ninguna clase de restricciones efectivas a su enorme poderío. Por supuesto, una estructura de este tipo, agregamos nosotros, es absolutamente incompatible con la democracia.
Pero oigamos a Pilger: "Hay que considerar cómo ha crecido el poder de ese gobierno invisible. En 1983, 50 corporaciones poseían los principales medios globales, la mayoría de ellas estadounidenses.
En 2002 había disminuido a sólo 9 corporaciones. Actualmente son probablemente unas 5. Rupert Murdoch (de la megacadena Fox) ha predicho que habrá sólo tres gigantes mediáticos globales, y su compañía será uno de ellos." - texto completo
El neoliberalismo ha demostrado ser un fracaso rotundo en la arena económica porque ni garantizó el crecimiento económico y, mucho menos, la distribución progresiva de los ingresos. La famosa "teoría del derrame" es insanablemente falsa y más que una teoría científica un instrumento de propaganda de la derecha. Pero a pesar de esto, recordaba Fidel, el imperialismo se anotó grandes triunfos en la "batalla de ideas".
Y para contrarrestar necesitamos armas como las que nos provee TeleSUR. La derecha también sabe esto y por eso la combate sin piedad e impide que se pueda ver sea en televisión abierta como por la vía del cable. Esto ocurre en Chile, en Colombia, en Brasil y en muchos otros países. No era el caso en la Argentina, pero por eso vino el gobierno de Macri para "corregir" ese error del anterior gobierno.
En ese crucial campo de la lucha antisubversiva que son los medios (y recordemos que quienes nos oponemos al capitalismo y al neoliberalismo somos caracterizados como "subversivos") se produjo en las últimas décadas un fenomenal proceso de concentración corporativa.
En una intervención hecha un par de años atrás el cineasta y documentalista australiano John Pilger afirmó que este proceso de concentración remata en la instauración de un "gobierno invisible" e incontrolable, que no rinde cuentas ante nadie y que actúa sin ninguna clase de restricciones efectivas a su enorme poderío. Por supuesto, una estructura de este tipo, agregamos nosotros, es absolutamente incompatible con la democracia.
Pero oigamos a Pilger: "Hay que considerar cómo ha crecido el poder de ese gobierno invisible. En 1983, 50 corporaciones poseían los principales medios globales, la mayoría de ellas estadounidenses.
En 2002 había disminuido a sólo 9 corporaciones. Actualmente son probablemente unas 5. Rupert Murdoch (de la megacadena Fox) ha predicho que habrá sólo tres gigantes mediáticos globales, y su compañía será uno de ellos." - texto completo