Atilio Boròn - politòlogo - En primer lugar agradecer la invitación que me hicieran las autoridades del Instituto Patria para participar en este panel en defensa de TeleSUR.
Es un honor para mí poder decir algunas pocas palabras acerca de esta imprescindible señal informativa de Nuestra América. Y agradecer también las amables palabras de la coordinadora de esta mesa, Mariana Moyano, que le agradezco de todo corazón.
Iba a comenzar mi exposición yendo directamente al grano, pero las acertadas palabras de Oscar Laborde a propósito del supuesto "fin del ciclo progresista" me incitan a abundar un poco más en este asunto antes de referirme a la censura ejercida por el gobierno macrista en relación a TeleSUR.
Sobre el "fin del ciclo progresista" - Efectivamente, la derecha y los voceros del imperialismo vienen agitando hace tiempo la bandera del "fin de ciclo". Lo que fue ya no está, y ahora viene otra cosa. Las políticas del pasado quedan relegadas al registro histórico y debemos aceptar resignadamente que otro ciclo ha comenzado: el ciclo del "neoliberalismo recargado" que por largos años estará presente y dominará nuestras vidas. La derecha ha regresado para "poner las cosas en su lugar".
Ante ello quiero primero decir que este discurso es falso, que es una estratagema ideológica para desmovilizar, desmotivar y desanimar a quienes quisimos y queremos una sociedad mejor, una sociedad más justa. Se nos dice, desde arriba, que esa tentativa fracasó y que ahora, agotado ese ciclo, se deberá "sincerar" la economía (eufemismo para designar un ajuste brutal, la famosa "terapia de shock") y reinstalar la sensatez en el reino de la política.
En materia de política exterior esto quiere decir "regresar al mundo", del cual supuestamente la Argentina se habría marchado desde el momentos en que a comienzos del "ciclo progresista" abrazó la política latinoamericanista y participó activamente en el rechazo del ALCA, la creación de la UNASUR y la CELAC y, también, de TeleSUR.
Es necesario rechazar de plano estas acusaciones y defender con fuerza el camino emprendido en aquellos años. Mismo, que, como no podía ser de otro modo, no está exento de críticas pero que, a la hora de efectuar un balance, sus aciertos históricos superan sus errores y desaciertos - texto completo
Es un honor para mí poder decir algunas pocas palabras acerca de esta imprescindible señal informativa de Nuestra América. Y agradecer también las amables palabras de la coordinadora de esta mesa, Mariana Moyano, que le agradezco de todo corazón.
Iba a comenzar mi exposición yendo directamente al grano, pero las acertadas palabras de Oscar Laborde a propósito del supuesto "fin del ciclo progresista" me incitan a abundar un poco más en este asunto antes de referirme a la censura ejercida por el gobierno macrista en relación a TeleSUR.
Sobre el "fin del ciclo progresista" - Efectivamente, la derecha y los voceros del imperialismo vienen agitando hace tiempo la bandera del "fin de ciclo". Lo que fue ya no está, y ahora viene otra cosa. Las políticas del pasado quedan relegadas al registro histórico y debemos aceptar resignadamente que otro ciclo ha comenzado: el ciclo del "neoliberalismo recargado" que por largos años estará presente y dominará nuestras vidas. La derecha ha regresado para "poner las cosas en su lugar".
Ante ello quiero primero decir que este discurso es falso, que es una estratagema ideológica para desmovilizar, desmotivar y desanimar a quienes quisimos y queremos una sociedad mejor, una sociedad más justa. Se nos dice, desde arriba, que esa tentativa fracasó y que ahora, agotado ese ciclo, se deberá "sincerar" la economía (eufemismo para designar un ajuste brutal, la famosa "terapia de shock") y reinstalar la sensatez en el reino de la política.
En materia de política exterior esto quiere decir "regresar al mundo", del cual supuestamente la Argentina se habría marchado desde el momentos en que a comienzos del "ciclo progresista" abrazó la política latinoamericanista y participó activamente en el rechazo del ALCA, la creación de la UNASUR y la CELAC y, también, de TeleSUR.
Es necesario rechazar de plano estas acusaciones y defender con fuerza el camino emprendido en aquellos años. Mismo, que, como no podía ser de otro modo, no está exento de críticas pero que, a la hora de efectuar un balance, sus aciertos históricos superan sus errores y desaciertos - texto completo