El Grupo de Lima, creado en 2017 por 14
países de América para encontrar una solución pacífica a la situación en
Venezuela, está teniendo una actividad frenética. En menos de dos años
ha convocado ya once encuentros de sus ministros de Relaciones
Exteriores.
por Francisco Herranz* [Sputnik]] - Ese es un rasgo positivo, pues subraya
la extrema relevancia que tiene para todos sus integrantes la resolución
de la crisis venezolana.
Pero el Grupo, conscientemente o no, está
profundizando la división de Latinoamérica, y agrietando las diferencias
entre naciones hermanas, al seguir un guion impuesto que no ha sido
escrito por ellos mismos sino por Estados Unidos, un país que no forma
parte del colectivo.
La última reunión del Grupo de Lima,
celebrada en Bogotá, la capital de Colombia, parió un comunicado de 18
puntos muy contundente.
Aunque descarta expresamente el “uso de la
violencia”, el escrito aumenta de forma notoria la presión política,
económica y diplomática sobre las autoridades de Caracas. Por ejemplo,
abre la vía para denunciar a Nicolás Maduro ante la Corte Penal
Internacional.
El punto número 5 del documento solicita a ese organismo
judicial con sede en La Haya que “tome en consideración la violencia
criminal del régimen de Nicolás Maduro en contra de la población civil, y
la denegación del acceso a la asistencia internacional, que constituyen
un crimen de lesa humanidad”. - tomado de elcomunista.net - Leer texto completo