Las campañas que libra Estados Unidos para tratar de mantener su estatus hegemónico unipolar en el mundo globalizado actual [en profunda crisis] no son solo militares sino de presiones abiertas por la vía diplomática y de descarada injerencia en las políticas 'internas' de sus aliados
Esas campañas -en general- son precedidas por tenaces campañas mediáticas con las que se 'satura' el imaginario colectivo de las sociedades 'intervenidas' y se crea piso para sus movidas militares invasivas en el contexto global
El artículo reseñado aquí se refiere a los tres grandes tratados que en ese intento promueve Estados Unidos para forzar una red de relaciones hegemónicas sobre el resto del mundo y tratar de impedir el surgimiento de otros esquemas posibles de integración y desarrollo económico y social a nivel de Europa, América latino-caribeña, África y EurAsia.
Crisis política y escalada del capital en Brasil [fragmento] - Marques, Rosa Maria [*] - Rodrigues Andrade, Patrick [**]
Una de las formas de materialización de los intereses imperialistas son los acuerdos comerciales creados por los Estados Unidos:
1) TPP (Trans-Pacific-Partnership Agreement),
2) TTIP (Transatlantic Trade and Investment Partnership) y
3) TISA (Trade in Services Agreement) 21
Dependiendo del modo en como sean implantados (cantidad de países, cláusulas específicas capaces de garantizar o no alguna soberanía estatal en la definición de estratégicas económicas particulares, etc.), ellos podrán, en la práctica, substituir a la Organización Mundial de Comercio (OMC) en la regulación del comercio internacional y erigirse como un espacio de arbitraje de disputas económicas internacionales.
Como se puede observar en diversos materiales publicados 22, tales acuerdos no se limitan apenas a “cuestiones comerciales”, sino que envuelven: la reducción de autonomía (o “soberanía nacional”) en áreas como regulación financiera y de inversiones; en sectores de infraestructura (sector energético, transportes, etc.);
“liberalización” (léase apertura a la competencia internacional y a la “extranjerización”) de servicios (como servicios postales, educación y salud); el fin de la obligación en la participación doméstica en sectores considerados estratégicos (política de contenido local); directrices de regulación del trabajo común; además de medios de comunicación y políticas sociales.
Además de eso, como se observa particularmente en el TPP (acuerdo en una fase más avanzada en este momento), la propia resolución de disputas económicas (aún entre el gobierno y las empresas) sería encaminada a tribunales internacionales.
Nada más ilustrativo en esta estrategia de realineamiento internacional, bajo la égida estadounidense, que la declaración de Barack Obama (en mayo de 2016) publicada en el Washington Post que dice:
“La construcción de muros para aislarnos de la economía global solo nos priva de las increíbles posibilidades ofrecidas por ella. Al contrario, América debe escribir las normas [de la economía mundial]. América debe dar órdenes [call the shots]. Otros países deben jugar según las reglas establecidas por América y nuestros socios, y no al revés. Eso es lo que el TPP nos da el poder de hacer” 23 (Obama, 2016)...
La frase textual expresa: “But building walls to isolate ourselves from the global economy would only isolate us from the incredible opportunities it provides. Instead, America should write the rules. America should call the shots. Other countries should play by the rules that America and our partners set, and not the other way around. That’s what the TPP gives us the power to do” (Barack Obama)
El Acuerdo de Asociación Transpacífica (TTP) abarca los Estados Unidos, Japón, Canadá, Australia, Chile, Malasia, México, Nueva Zelandia, Perú, Singapur y Vietnam; esos países representan cerca del 40% del PIB mundial.
El Acuerdo de Asociación Transatlántica de Comercio e Inversiones (TTIP) es un pacto negociado centralmente entre Estados Unidos y la Unión Europea (EU); los potenciales signatarios de ese acuerdo representarían cerca del 70% del PIB mundial.
Por su parte, el Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (TISA), también liderado por los EU y la UE, involucra a casi 50 países.
Todos estos acuerdos han sido negociados en secreto. Recientemente el sitio Wikileaks hizo públicos los borradores (secretos) de la discusión de ese conjunto de acuerdos.
[*] Marques, Rosa Maria - Profesora titular del Departamento de Economía y del Programa de Estudos Pos-Graduados en Economía Política de la Pontifícia Universidade de São Paulo (PUCSP); líder del Grupo de Pesquisa Política para o Desenvolvimento Humano (Grupo de Investigación Política para el Desarrollo Humano)
[**] Rodrigues Andrade, Patrick - Profesor del Departamento de Economía y doctorando del Programa de Estudos Pos-Graduados en Ciencias Sociales, de la Pontifícia Universidade de São Paulo (PUCSP) –
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