(RT / elcomunista.net) - Han Guilai,
 físico de la Academia China de las Ciencias, detalló que el gigante 
asiático presentará «pronto» un túnel de viento capaz de simular vuelos a
 30 veces la velocidad del sonido.
Construido 
ya en Pekín, un nuevo túnel de viento, que será presentado «pronto», 
pondrá al gigante asiático décadas por delante del resto del mundo en 
tecnología hipersónica, declaró la pasada semana Han Guilai, 
investigador de la Academia China de las Ciencias, informa (enlace) el periódico South China Morning Post.
El túnel 
aerodinámico, denominado ‘JF-22’, es capaz de simular vuelos a 
velocidades de hasta 10 kilómetros por segundo –o 30 veces la velocidad 
del sonido– y junto con otra instalación ya existente situaría al país 
«entre 20 y 30 años por delante» de Occidente, afirmó el físico.
Según 
explicó Han durante una conferencia, la temperatura de la superficie de 
un avión que viajara a esa velocidad podría alcanzar los 10.000 °C, lo 
suficientemente caliente como para romper las moléculas del aire en 
átomos, e incluso dotar a algunas de ellas de carga eléctrica. 
«Ese aire 
ya no es el que respiramos», precisó. Además, la energía producida por 
el JF-22 podría alcanzar los 15 gigavatios, casi el 70 % de 
la potencia instalada de la mayor central hidroeléctrica del mundo, 
la presa de las Tres Gargantas, en la provincia china de Sichuan, o más 
de siete veces la de la presa Hoover, de Nevada, EE.UU.
China, al 
igual que otras grandes economías, ha hecho enormes inversiones en el 
desarrollo de la tecnología de vuelo hipersónico, con la que sería 
posible que los viajeros aéreos llegaran a cualquier lugar del mundo en 
una o dos horas. También reduciría el costo de los lanzamientos 
espaciales en más de un 90 %, lo que permitiría poner los viajes 
espaciales al alcance del público.
El
 investigador opinó que parte del éxito del gigante asiático en ese 
campo se debe a la tecnología única que utiliza en sus túneles de 
viento. A diferencia de las instalaciones existentes en otros países 
–que recurren a compresores mecánicos para generar un flujo de aire de 
alta velocidad–, el JF-22 usa explosiones químicas. 
Cuando el túnel se 
enciende, su combustible arde a una velocidad 100 millones de veces 
superior a la de una estufa de gas, generando ondas de choque similares a
 las que encuentran los aviones al avanzar a hipervelocidad en las 
alturas.
Han detalló que cada modelo de avión o
 de arma «necesita someterse a unas 10.000 pruebas en el túnel» antes de
 su producción. El LENS II, el túnel aerodinámico más avanzado de 
EEUU, ha simulado vuelos de hasta 7 Mach (8.643,6 kilómetros por 
hora), con una duración de 30 milisegundos. 
En cambio, el tiempo medio 
de ejecución del JF-22 podría alcanzar los 130 milisegundos, con una 
velocidad máxima mucho mayor, según el investigador.
«Nuestro tiempo de experimentación es 
mucho más largo que el de ellos, por lo que el modelo de avión puede ser
 más grande que el suyo, y los experimentos pueden ser más avanzados que
 los suyos. Esto determina nuestra posición de liderazgo en el mundo», 
concluyó - 
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