PL - Una reciente investigación de la Universidad de Washington indica que la exposición a pesticidas, fungicidas, plásticos, dioxinas e hidrocarburos puede tener efectos nocivos que se transmitan a por lo menos tres generaciones siguientes.
El estudio examinó las acciones del pesticida metoxicloro para promover la llamada herencia epigenética transgeneracional de las enfermedades del adulto, de acuerdo con la revista científica PLOS ONE.
Los expertos señalan que si una mujer fue expuesta al metoxicloro, ello podría provocar un incremento notable en la susceptibilidad de sus bisnietos para desarrollar ciertas enfermedades, mayormente renales y ováricas, además de una mayor propensión a la obesidad.
Esa sustancia se introdujo en 1948 y fue muy utilizada en los años 70 como el sustituto más seguro del DDT en cultivos agrícolas, plantas ornamentales y ganado, y aún se usa en muchos países a pesar de que fue prohibida en Estados Unidos en 2003 por su toxicidad y capacidad para alterar los sistemas endocrinos.
De acuerdo con especialistas, el metoxicloro puede comportarse como la hormona estrógeno y afecta profundamente al sistema reproductor.
Los investigadores creen que podría afectar la forma en que los genes se activan y desactivan en la progenie de un animal expuesto, incluso a pesar de que su ADN y secuencia genética permanezcan sin cambios, en lo que se denomina herencia epigenética transgeneracional.
Las consecuencias incluyen fertilidad reducida, aparición precoz de enfermedades en adultos, así como el potencial de pasar esos problemas a las generaciones siguientes.
El autor principal del trabajo, profesor Michael Skinner, opina que las exposiciones al metoxicloro en los pasados 50 años en Estados Unidos podrían estar ejerciendo un papel relevante en las tasas crecientes de obesidad y otras enfermedades - vìa Argenpress