Renán Vega Cantor [miembro de la Comisión Histórica del Conflicto] - El 6 de noviembre de 1985 a las 11:30 de la mañana, un comando del M-19 se tomó el Palacio de Justicia, con la pretensión de efectuarle un juicio público al gobierno de Belisario Betancur por su incumplimiento de los acuerdos de paz, firmados un año antes.
La reacción de las fuerzas represivas del Estado colombiano fue brutal y después de 28 horas retomaron el Palacio, tras haberle prendido fuego a la edificación,y dejar un centenar de muertos, luego de lo cual procedieron a secuestrar a doce personas, que inicialmente fueron trasladadas a la Casa del Florero, y de allí fueron conducidas a instalaciones militares, en donde se les sometió a torturas y luego se les desapareció, como en la noche de niebla del nazismo
Cuando se cumplen 30 años de esta masacre, es necesario recordar este sangriento episodio, porque los acontecimientos de los días 6 y 7 de noviembre –y todo lo que allí se desencadenó– se constituyen en un laboratorio para entender los mecanismos que caracterizan el terrorismo de Estado a la colombiana.
Además, la masacre del Palacio y la impunidad oficial que la ha acompañado durante estas tres décadas abrió el camino a que se generalizara el terrorismo de Estado en Colombia, con las masacres, exterminio de la Unión Patriótica, desapariciones, “falsos positivos”, alianzas entre las fuerzas armadas y los paramilitares, y un interminable registro de hechos macabros, que hoy gravitan sobre todos nosotros - informe completo
La reacción de las fuerzas represivas del Estado colombiano fue brutal y después de 28 horas retomaron el Palacio, tras haberle prendido fuego a la edificación,y dejar un centenar de muertos, luego de lo cual procedieron a secuestrar a doce personas, que inicialmente fueron trasladadas a la Casa del Florero, y de allí fueron conducidas a instalaciones militares, en donde se les sometió a torturas y luego se les desapareció, como en la noche de niebla del nazismo
Cuando se cumplen 30 años de esta masacre, es necesario recordar este sangriento episodio, porque los acontecimientos de los días 6 y 7 de noviembre –y todo lo que allí se desencadenó– se constituyen en un laboratorio para entender los mecanismos que caracterizan el terrorismo de Estado a la colombiana.
Además, la masacre del Palacio y la impunidad oficial que la ha acompañado durante estas tres décadas abrió el camino a que se generalizara el terrorismo de Estado en Colombia, con las masacres, exterminio de la Unión Patriótica, desapariciones, “falsos positivos”, alianzas entre las fuerzas armadas y los paramilitares, y un interminable registro de hechos macabros, que hoy gravitan sobre todos nosotros - informe completo