por Fander Falconí - Ya en la antigüedad había bloques de naciones unidas por un propósito común. Desde las alianzas selladas con matrimonios entre miembros de familias reinantes, hasta los actuales tratados formales entre Estados soberanos, llegamos a nuestros tiempos.
La II Guerra Mundial determinó por primera vez en la historia la conformación de dos posiciones irreconciliables en las que deberían incrustarse todas las naciones de la Tierra. En una ocasión única, capitalistas y socialistas se unieron contra las oscuras hordas fascistas del Eje Berlín-Tokio.
No obstante, a fines de 1945 ya se hicieron visibles dos bloques rivales, ambos poderosos y ambos convencidos de ser los portavoces del porvenir: el bloque capitalista, liderado por Estados Unidos, y el bloque socialista, liderado por la Unión Soviética - texto completo
La II Guerra Mundial determinó por primera vez en la historia la conformación de dos posiciones irreconciliables en las que deberían incrustarse todas las naciones de la Tierra. En una ocasión única, capitalistas y socialistas se unieron contra las oscuras hordas fascistas del Eje Berlín-Tokio.
No obstante, a fines de 1945 ya se hicieron visibles dos bloques rivales, ambos poderosos y ambos convencidos de ser los portavoces del porvenir: el bloque capitalista, liderado por Estados Unidos, y el bloque socialista, liderado por la Unión Soviética - texto completo