x María Landi [lahaine.org] - En este presente distópico creado por la pandemia, a nadie le importa mucho lo que pase en Palestina
No va a interesarles saber que, tras la tercera elección israelí en un año, los rivales Gantz y Netanyahu siguen en empate técnico sin poder formar gobierno (Gantz podría hacerlo con el apoyo de la Lista Conjunta formada por los partidos palestinos −que son la tercera fuerza−, pero el racismo de los políticos judíos les impide aceptar cualquier alianza con los árabes);
y que sin importar el resultado ni quién consiga finalmente ser el próximo Primer Ministro, la inmensa mayoría de la población palestina (casi la mitad de quienes viven entre el Mediterráneo y el Jordán) seguirá sin derecho a votar a quienes controlan su vida, y viviendo bajo el apartheid, la ocupación militar y colonial.
Ni que, tras los sucesivos regalos de Trump a Israel, la violencia impune de colonos y soldados sionistas se ha potenciado, dejando a la población palestina a merced de las turbas que continuamente atacan sus campos,
confiscan sus instalaciones de agua, sus tractores o sus salones de clase, destruyen de a cientos sus olivos, roban sin pausa sus tierras y su agua, o queman o destruyen propiedades (aulas de clase, viviendas, vehículos, mezquitas, iglesias incluso)…
Ni que en 2019 se batió el récord de demolición de viviendas palestinas en Jerusalén Este.
Ni que todos los días hay adolescentes o jóvenes que despiertan de madrugada por los culatazos de soldados que irrumpen en sus hogares armados a guerra para llevarlos esposados y de ojos vendados con rumbo desconocido - Leer texto completo
No va a interesarles saber que, tras la tercera elección israelí en un año, los rivales Gantz y Netanyahu siguen en empate técnico sin poder formar gobierno (Gantz podría hacerlo con el apoyo de la Lista Conjunta formada por los partidos palestinos −que son la tercera fuerza−, pero el racismo de los políticos judíos les impide aceptar cualquier alianza con los árabes);
y que sin importar el resultado ni quién consiga finalmente ser el próximo Primer Ministro, la inmensa mayoría de la población palestina (casi la mitad de quienes viven entre el Mediterráneo y el Jordán) seguirá sin derecho a votar a quienes controlan su vida, y viviendo bajo el apartheid, la ocupación militar y colonial.
Ni que, tras los sucesivos regalos de Trump a Israel, la violencia impune de colonos y soldados sionistas se ha potenciado, dejando a la población palestina a merced de las turbas que continuamente atacan sus campos,
confiscan sus instalaciones de agua, sus tractores o sus salones de clase, destruyen de a cientos sus olivos, roban sin pausa sus tierras y su agua, o queman o destruyen propiedades (aulas de clase, viviendas, vehículos, mezquitas, iglesias incluso)…
Ni que en 2019 se batió el récord de demolición de viviendas palestinas en Jerusalén Este.
Ni que todos los días hay adolescentes o jóvenes que despiertan de madrugada por los culatazos de soldados que irrumpen en sus hogares armados a guerra para llevarlos esposados y de ojos vendados con rumbo desconocido - Leer texto completo