[Sputnik / elcomunista.net] - Chile tiene un estado de catástrofe declarado desde el 19 de marzo,
toque de queda nocturno y cuarentena total en ocho comunas (barrios),
siete en su capital, Santiago. Sin embargo, para los sectores
vulnerables del país estas medidas no son aplicables; son obligados a
trabajar para subsistir.
Por Carolina Trejo* - «Salgo a trabajar porque no tengo otra posibilidad. Los que salen a
trabajar es por una obligación, o porque no tienen otra alternativa,
nosotros que somos clase obrera estamos condenados a trabajar, y a
exponernos a que nos infectemos», señala a Sputnik José C., comerciante
ambulante de Santiago Centro.
Desde que se decretó el estado de
catástrofe y el toque de queda en el país sudamericano, las
recomendaciones de las autoridades sanitarias —además del lavado
profundo y continuo de las manos, el uso de mascarillas y evitar el
saludo de contacto—, han sido reforzar el necesario distanciamiento
social y eludir las aglomeraciones.
Dos consejos que desde que se inició la
Fase 4 para los pobres y asalariados de las ciudades son casi imposibles
de cumplir, porque la gran mayoría vive de un salario mínimo o son
pequeños comerciantes que
deben trabajar para poder comer y pagar los
gastos básicos del mes, o están haciendo largas colas para cobrar sus
seguros de cesantía, producto de los despidos por la crisis del
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