[autor / elcomunista.net] - “¡Cabrones, creen que la Revolución se
hizo con canciones!” reclamaba airado don Renato Leduc cuando comentaba
sus andanzas como telegrafista en las tropas de Pancho Villa durante el
movimiento armado.
Por Joel Hernández Santiago* - Él era muy joven y fue a parar ahí por
azares del destino; vago que era y que fue toda su vida. Y ahí conoció a
Villa y al “Güerito”, como dijo que le decían a John Reed, aquel famoso
periodista que se metió entre las tropas villistas y de donde surgió
aquel fenomenal libro-crónica: “México insurgente”, ni más ni menos.
Pero aquello no era un asunto de
canciones, de corridos y de heroicidades pensadas para ser parte de los
libros de historia mexicana. Había entre aquellos hombres vocación,
ímpetu, coraje y ganas de que las cosas cambiaran aquí, de uno u otro
modo,
o como escribe John Womack Jr. en su libro “Zapata y la Revolución
Mexicana”: Es la historia ‘de unos campesinos que no querían cambiar y
que, por eso mismo, hicieron una revolución”. El no querer cambiar
significaba que les devolvieran las tierras que les habían quitado los
hacendados.
Pancho Villa tuvo ideas del tipo social
ciertas. Creía en la educación como fundamento de todo cambio y sentía
un gran respeto por los maestros; decía que la tierra debería ser
trabajada por los campesinos, agricultores y gente del pueblo para su
sustento;
quería grandes granjas del tipo comunal en donde todos se
ayudaran y produjeran su ingreso y su sustento - Leer texto completo