martes, 10 de marzo de 2020

mundo - El 9 de marzo confluyeron dinámicas de luchas confrontadas

x Julio C. Gambina - El paro internacional de mujeres y el 'look-out' del empresariado del campo al mismo tiempo 

Lo que en lenguaje clásico son expresiones diferentes del estado de la lucha de clases en la Argentina. Las mujeres y sus luchas, ahora extendida en las disidencias o diversas formas de manifestación cultural de la sexualidad, abonan un cambio cultural de mayor trascendencia que el histórico derecho a la igualdad entre mujeres y hombres.

Se trata de una dimensión que se manifiesta como lucha económica, política, cultural, ideológica, civilizatoria, que incorpora novedades sobre el lugar de los hombres en esta lucha, o en la solidaridad con esta lucha. La humanidad está desafiada contra el feminicidio y la igualdad.

En la protesta de “género” se involucran aristas contradictorias, las que se evidencian en el debate “verde” o “celeste” en el Parlamento o en el movimiento popular, con identidades a la izquierda y/o a la derecha del arco político que asumen posiciones no siempre previsibles.

En ese sentido, por ejemplo, se puede defender el derecho al aborto legal y gratuito, al mismo tiempo que promover una reaccionaria reforma laboral o previsional, o, todo lo contrario.

Más allá de las discusiones, el sentido del proceso de la lucha por los derechos de la mujer y las disidencias confronta con la tradición patriarcal hegemónica de la sociedad contemporánea, por lo que orden capitalista y patriarcalismo se potencian en una dinámica de explotación y dominación a ser derrotada.

Se trata de un desafío gigantesco que trasciende a nuestra generación y se asocia en la defensa de la vida y por ende de la naturaleza, dimensiones que ataca el orden vigente - Leer texto completo