[Sputnik / elcomunista.net] - Que una gripe fuerte sea capaz de hundir
la economía mundial, no habla de la gravedad del virus sino de la
fragilidad del modelo financiero neoliberal.
Por Raúl Zibechi* - Antes de que se dispararan las alarmas
por la epidemia de coronavirus, existían evidencias sobre la
desaceleración de las principales economías, que ahora parecen
confirmarse al punto que la inflexión de la Reserva Federal de Estados
Unidos al bajar las tasas de interés encendió todas las alarmas.
El Baltic Dry Index es considerado como
un termómetro de la salud de la economía global, porque indica los
rumbos en el corto plazo. Se trata de un índice de los fletes marítimos
de carga a granel seca, que se calcula diariamente. Su importancia
radica en que refleja la cantidad de contratos para el envío de
mercancías en las rutas marítimas más importantes.
Este termómetro marcó a principios de
setiembre de 1919 los 2.580 puntos, el más elevado de los últimos 10
años, sólo superado en 2010.
Desde octubre el índice no para de caer,
alcanzando niveles más bajos aún que durante la crisis de 2008. A
principios de diciembre estaba en 1.500 puntos, mil menos que tres meses
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