x Marcha - ¿Era acaso un muchacho irresponsable cuando visitaba los leprosarios y trataba sin miedo ni prejuicios a las personas que ahí sobrevivían?
En estos días en que cada cual muestra las cicatrices en su piel y en su conciencia, fruto de batallas ganadas y perdidas, pienso que los gestos del Che están dibujados en esta Cuba que rompe las fronteras para acompañar a las personas infectadas por el Coronavirus.
No era todavía el Che, cuando trazó una ruta de viaje por los leprosarios del continente. No era el héroe romántico ni el guerrillero. Era un médico sensible dispuesto a “tocar” el dolor humano, producto de la pobreza, de la estigmatización, del aislamiento, del miedo.
En su viaje por el continente junto con Alberto Granado, conocieron y desafiaron las lógicas sanitaristas, visitando los leprosarios desde Córdoba, hasta Perú y Brasil.
Buscando respuestas en sus diálogos con el médico peruano Hugo Pesce, quien le compartió desde los escritos de José Carlos Mariátegui -el comunista rebelde que cuestionó los dogmas e hizo de la pasión un lugar fundante de la revolución-, hasta sus saberes sobre la pelea cotidiana contra la lepra.
Escribió en esos años Ernesto a su padre: - Leer texto completo
En estos días en que cada cual muestra las cicatrices en su piel y en su conciencia, fruto de batallas ganadas y perdidas, pienso que los gestos del Che están dibujados en esta Cuba que rompe las fronteras para acompañar a las personas infectadas por el Coronavirus.
No era todavía el Che, cuando trazó una ruta de viaje por los leprosarios del continente. No era el héroe romántico ni el guerrillero. Era un médico sensible dispuesto a “tocar” el dolor humano, producto de la pobreza, de la estigmatización, del aislamiento, del miedo.
En su viaje por el continente junto con Alberto Granado, conocieron y desafiaron las lógicas sanitaristas, visitando los leprosarios desde Córdoba, hasta Perú y Brasil.
Buscando respuestas en sus diálogos con el médico peruano Hugo Pesce, quien le compartió desde los escritos de José Carlos Mariátegui -el comunista rebelde que cuestionó los dogmas e hizo de la pasión un lugar fundante de la revolución-, hasta sus saberes sobre la pelea cotidiana contra la lepra.
Escribió en esos años Ernesto a su padre: - Leer texto completo