x Carlos Aznárez [Resumen latinoamericano / lahine.org] - Hijo proclamado de Fidel, junto a él plasmaron un huracán que recorrió el continente derramando ideas, fuerza, sabiduría y revolución
Siete años ya sin el Comandante Hugo Chávez y su impulso arrollador para explicarle a los pueblos de qué se trata la Revolución que hay que construir.
Sí, la Revolución con mayúsculas, que no es lo mismo que apelar a los atajos reformistas o socialdemócratas a los que algunos intentan acostumbrarnos.
Porque si hay algo que Chávez fue teniendo claro al calor de su práctica es que para que cualquier sociedad crezca en serio, se desarrolle y genere una vida digna para sus gentes, no alcanza con paños fríos o actitudes posibilistas, sino que hay que darlo vuelta todo y generar una transformación profunda. Cueste lo que cueste.
Si nos ponemos a pensar cuánto ha involucionado el continente desde que él partiera hacia la eternidad, nos sorprenderíamos que todo ello haya ocurrido en tan poco tiempo.
El neoliberalismo que el Comandante Supremo enfrentara con las armas en la mano al intentar derrocar por la vía de dos levantamientos cívico-militares en 1992, logró tomar fuerza en unos países mas que en otros de Nuestramérica.
Esto ha provocado retrocesos en materia económica, política, sindical y a nivel de relaciones exteriores tras la irrupción de mandatos que van desde el fascismo declarado, como Bolsonaro, la golpista Añez
e Iván Duque o alucinados como Bukele, hasta arrodillados ante el imperio como Piñera, Abdó Benítez o Gianmattei, por citar sólo a algunos de los que han irrumpido por distintas vías, incluida los llamados «golpes suaves” - Leer texto completo
Siete años ya sin el Comandante Hugo Chávez y su impulso arrollador para explicarle a los pueblos de qué se trata la Revolución que hay que construir.
Sí, la Revolución con mayúsculas, que no es lo mismo que apelar a los atajos reformistas o socialdemócratas a los que algunos intentan acostumbrarnos.
Porque si hay algo que Chávez fue teniendo claro al calor de su práctica es que para que cualquier sociedad crezca en serio, se desarrolle y genere una vida digna para sus gentes, no alcanza con paños fríos o actitudes posibilistas, sino que hay que darlo vuelta todo y generar una transformación profunda. Cueste lo que cueste.
Si nos ponemos a pensar cuánto ha involucionado el continente desde que él partiera hacia la eternidad, nos sorprenderíamos que todo ello haya ocurrido en tan poco tiempo.
El neoliberalismo que el Comandante Supremo enfrentara con las armas en la mano al intentar derrocar por la vía de dos levantamientos cívico-militares en 1992, logró tomar fuerza en unos países mas que en otros de Nuestramérica.
Esto ha provocado retrocesos en materia económica, política, sindical y a nivel de relaciones exteriores tras la irrupción de mandatos que van desde el fascismo declarado, como Bolsonaro, la golpista Añez
e Iván Duque o alucinados como Bukele, hasta arrodillados ante el imperio como Piñera, Abdó Benítez o Gianmattei, por citar sólo a algunos de los que han irrumpido por distintas vías, incluida los llamados «golpes suaves” - Leer texto completo