[Sputnik / elcomunista.net] - La entrada anunciada de Egipto en la guerra civil de Libia supone la internacionalización definitiva de un conflicto armado en un Estado fallido pero rico en recursos petrolíferos, donde convergen intereses políticos, religiosos y económicos contrapuestos de distintas potencias regionales.
Por Francisco Herranz* - Desde hace meses, Turquía y Rusia
aprietan en favor de la consecución de un alto el fuego creíble y
sostenible en esta castigada parte del norte de África que enfrenta
desde 2014 a dos bandos que se muestran irreconciliables.
Por un lado, el Gobierno de Acuerdo Nacional, encabezado por Fayez Sarraj, con sede en Trípoli, la capital. Enfrente, el Ejército Nacional Libio, asentado en Tobruk y comandado por el mariscal Jalifa Haftar.