A pesar del evidente estilo administrativo errático de Trump y su
desastrosa mala gestión de la pandemia de COVID-19, el presidente de los
EEUU continúa teniendo un apoyo significativo entre los blancos,
especialmente los blancos sin universidad.
Esto sugiere que en la
actualidad en los EEUU existen obstáculos ideológicos significativos
para la formación de un consenso popular nacional para el cambio social
progresivo.
Los progresistas y los liberales pueden alcanzar mayorías electorales estrechas, con los estados azules que tienen una representación ligeramente mayor en el gobierno nacional que los estados rojos. Pero una estrecha mayoría electoral no es suficiente para forjar el consenso nacional necesario para superar la actual división política y cultural destructiva de la nación.
Aunque el movimiento en los EEUU ha movido al mundo entero contra el racismo y la brutalidad policial provocada por el asesinato en frío de George Floyd, es probable que el nuevo movimiento antirracismo no proporcione las condiciones ideológicas para la forja de un consenso nacional.