[Sputnik / elcomunista.net] - A Occidente no le gusta ni le conviene a sus intereses la Rusia de hoy, fuerte y firme. Por eso la rusofobia desatada frente a la reciente consulta pública sobre las enmiendas a su Constitución tiene el afán de desacreditarla frente a la comunidad internacional y tratar de generar disconformidad y fisuras internas.
Por María Luisa Ramos Urzagaste* - Los medios de información hegemónicos, algunos institutos políticos y ONG utilizaron todos los medios posibles para hacer conocer su rechazo al procedimiento democrático ruso. Incluso intentaron disuadir a los votantes rusos de ir a la votación para realizar enmiendas a la Constitución.
Los ataques fueron muy lejos, pues se denunció que en pleno proceso de votación hackers habían intentado atacar al sistema de votación electrónica, pero que fueron frustrados con éxito.