x Andrea Barriga, Ariel Petruccelli [lahaine.org] - El Relato de la pandemia construyó discursivamente una imaginaria
catástrofe sanitaria que nunca tuvo lugar; pero provocó cambios sociales
sin precedentes
(...) En el pánico provocado por la crisis pandémica, y en las decisiones
poco antes inimaginables para abordarla, se conjugaron de manera
insospechada dos de las principales concepciones intelectuales del mundo
contemporáneo: el relativismo discursivista posmoderno y el
cientificismo ingenuo y pretencioso.
Una mirada simplista podría llevar a
pensar que posmodernismo y cientificismo constituyen dos mundos
intelectuales virtualmente inconmensurables e incompatibles. Sin
embargo, cuando las papas quemaron actuaron al unísono. Se rebelaron
como dos caras de la misma moneda.
El Relato de la pandemia construyó discursivamente una imaginaria
catástrofe sanitaria que nunca tuvo lugar; pero provocó cambios sociales
sin precedentes, legitimados por un ilusorio Armagedón pronosticado por
expertos poco cautelosos, e incapaces de totalizar las múltiples
dimensiones de la vida social.
Los relativistas depusieron todo su
escepticismo y, ante la posibilidad de la muerte, creyeron ciegamente en
la ciencia. O mejor, en científicos carentes de miradas panorámicas,
ayunos de cautela epistemológica y dogmáticamente convencidos de que sus
modelos matemáticos son un reflejo fiel de la realidad.
El culto a los
expertos, piedra de toque del neoliberalismo, sirvió de excusa a los
políticos. Y la lógica de rebaño hizo el resto: “mejor perder la cabeza
con la mayoría que conservar lo cordura en solitario” -
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