Por Alfredo Jalife-Rahme - La
visita de López Obrador a su homólogo Trump tuvo como pretexto
coreográfico la firma del T-MEC a la que rehusó asisitir el 'premier'
canadiense, Justin Trudeau.
Lo más importante fue lo que no se dijo en
público: la exhumación del volcánico expediente Rápido y Furioso donde
quedan muy mal parados tanto Obama como el expresidente Felipe Calderón.
Antes de la visita de López Obrador a Trumpo, los globalistas a los dos lados de la frontera, adictos a los omnipotentes multimedia del megaespeculador George Soros,
se rasgaron las vestiduras seudopatrióticas para boicotear el
transcendental encuentro con el argumento principal, muy cavernícola y
sin sustento, de que le estaría dando el voto latino/hispano, lo cual rebasa cualquier alucinación de tipo psiquiátrico - Leer texto completo + temas relacionados