Con toda la atención sobre Donald Trump y su alarmante expresión de populismo derechista, o sea, sus tintes fascistas, con todo y su difusión de citas de Mussolini, saludos estilo nazi donde pide a sus seguidores jurar lealtad a, pues, a él, y con la incitación de violencia física contra opositores, es fácil –sobre todo fuera de este país– perder de vista algo tal vez aún más importante: la sorpresa de la izquierda en Estados Unidos.
Estamos viendo uno de los fenómenos más inusuales en la historia reciente de este país, donde un político, Bernie Sanders, que orgullosamente se proclama socialista democrático, está obteniendo el apoyo de millones de ciudadanos.
La amplia y profunda corriente progresista en este país tiene una historia larga, aunque bastante oculta, pero con una limitada expresión en el ámbito electoral nacional. O sea, no nace con Sanders. Ni tampoco se genera ahora sólo por él.
De repente millones y millones de estadounidenses se identifican como socialistas. El veterano periodista progresista Harold Meyerson, que escribe en The Guardian, señala que, poco antes del primer concurso electoral en Iowa este año, más de 40 por ciento de los votantes demócratas probables se identificaban como socialistas. En
un sondeo del Boston Globe en el segundo estado de la contienda, Nueva Hampshire, 31 por ciento de los votantes demócratas se identificaban como socialistas. Y, un dato aún más sorprendente por ser un bastión ultraconservador, en Carolina de Sur una encuesta de Bloomberg de probables votantes demócratas reveló que 39 por ciento se describían como socialistas - texto completo
Estamos viendo uno de los fenómenos más inusuales en la historia reciente de este país, donde un político, Bernie Sanders, que orgullosamente se proclama socialista democrático, está obteniendo el apoyo de millones de ciudadanos.
La amplia y profunda corriente progresista en este país tiene una historia larga, aunque bastante oculta, pero con una limitada expresión en el ámbito electoral nacional. O sea, no nace con Sanders. Ni tampoco se genera ahora sólo por él.
De repente millones y millones de estadounidenses se identifican como socialistas. El veterano periodista progresista Harold Meyerson, que escribe en The Guardian, señala que, poco antes del primer concurso electoral en Iowa este año, más de 40 por ciento de los votantes demócratas probables se identificaban como socialistas. En
un sondeo del Boston Globe en el segundo estado de la contienda, Nueva Hampshire, 31 por ciento de los votantes demócratas se identificaban como socialistas. Y, un dato aún más sorprendente por ser un bastión ultraconservador, en Carolina de Sur una encuesta de Bloomberg de probables votantes demócratas reveló que 39 por ciento se describían como socialistas - texto completo