x Angel Guerra Cabrera - A Alejandro Nadal
El martes 17 de marzo se consolidó firmemente la tendencia ganadora de Joe Biden sobre Bernie Sanders por la candidatura presidencial demócrata. El primero arrasó en las primarias de Florida, Illinois y Arizona y alcanzó 315 delegados más que su rival. Otro dato muy gráfico: el senador por Vermont sólo ha ganado siete de 28 estados.
Pero, ¿cómo ha sido posible este brusco giro en las preferencias, esta caída notable de Sanders, respecto de encuestas que en febrero lo colocaban, en posición aproximadamente pareja, o de ligera ventaja, en relación con el ex vicepresidente Biden?
Hagamos un poco de historia.
Cuando se vio en la tercera semana de febrero que Sanders partía como favorito a la nominación y el empuje ascendente que podía tomar ante un Biden que parecía zombi, fue iniciada a todo tren la demolición de su candidatura.
Para lograrlo, se coaligaron la maquinaria mediática del establishment, conjuntamente con la electoral del Partido Demócrata desde los días previos al supermartes del 3 de marzo.
Aprovecharon un discretísimo reconocimiento de Sanders a la extraordinariamente exitosa campaña de alfabetización de Cuba de 1961 para despedazarlo con el aún poderoso recurso del anticomunismo - Leer texto completo
El martes 17 de marzo se consolidó firmemente la tendencia ganadora de Joe Biden sobre Bernie Sanders por la candidatura presidencial demócrata. El primero arrasó en las primarias de Florida, Illinois y Arizona y alcanzó 315 delegados más que su rival. Otro dato muy gráfico: el senador por Vermont sólo ha ganado siete de 28 estados.
Pero, ¿cómo ha sido posible este brusco giro en las preferencias, esta caída notable de Sanders, respecto de encuestas que en febrero lo colocaban, en posición aproximadamente pareja, o de ligera ventaja, en relación con el ex vicepresidente Biden?
Hagamos un poco de historia.
Cuando se vio en la tercera semana de febrero que Sanders partía como favorito a la nominación y el empuje ascendente que podía tomar ante un Biden que parecía zombi, fue iniciada a todo tren la demolición de su candidatura.
Para lograrlo, se coaligaron la maquinaria mediática del establishment, conjuntamente con la electoral del Partido Demócrata desde los días previos al supermartes del 3 de marzo.
Aprovecharon un discretísimo reconocimiento de Sanders a la extraordinariamente exitosa campaña de alfabetización de Cuba de 1961 para despedazarlo con el aún poderoso recurso del anticomunismo - Leer texto completo