Con la pandemia de coronavirus que azota al planeta, los disturbios en EEUU y la crisis económica mundial ya casi olvidamos de que hace más de siete meses se produjo un golpe de Estado en Bolivia con la anuencia de Washington y que tenía por meta acabar el Gobierno popular de Evo Morales.
Ahora resulta que la ineptitud y la inmoralidad del Gobierno de Jeanine Áñez, envuelto en la corrupción pública y nepotismo, dieron un empuje inesperado al resurgimiento del evismo y masismo, cuando faltan apenas dos meses para las elecciones en el país.
El último sondeo realizado en marzo pasado ubicó al exministro de economía del Gobierno de Evo Morales, Luis Arce, del MAS, como favorito con 33,3% de las preferencias, seguido del expresidente (2003-2005) Carlos Mesa Gisbert (18,3%) y Jeanine Añez (16,9%).
Y no se podía esperar otro resultado después de que la dictadura transformó a Bolivia, de ser un país con una economía modelo, en un país de mendigos suplicando préstamos al Fondo Monetario Internacional (FMI) - Leer texto completo