(Sputnik / elcomunista.net) - Uno de los principales riesgos al que se exponen los profesionales de la salud en tiempos de pandemia es resultar contagiados con la enfermedad que combaten. Eso es lo que vivió la cubana Yaquelín Collado. Pero está orgullosa.
Por Miguel Fernández Martínez* - «Al entrar a la ‘línea roja’ (uno) se siente un soldado que cumple una serie de protocolos para salvaguardar su vida y ganar la batalla, que es la vida de su paciente», comentó a Sputnik esta enfermera de 53 años, que trabaja en el policlínico «Pablo Agüero», en Caibarién, unos 330 kilómetros al este de La Habana.
Hombres y mujeres de cofias y batas blancas conmemoran desde 1974 el Día Mundial de la Enfermería, en memoria de la británica Florence Nightingale (1820-1910), precursora de la profesión y que este 12 de mayo se cumplen 201 años de su nacimiento.
Collado, con 34 años de experiencia profesional, es una de las más de 84.000 enfermeras que trabajan en el sistema nacional de salud de Cuba -de ellos 61.277 son licenciados universitarios-, y cuenta en su haber en una misión de colaboración sanitaria en Venezuela, país donde resultó contagiada con el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 en marzo de 2020, cuando la pandemia del covid-19 daba sus primeras señales en América.
La historia de esta mujer, que pasó 37 días en estado crítico con peligro para su vida en una sala de cuidados intensivos en el hospital Manuel Fajardo, en la provincia de Villa Clara (centro), mantuvo en vilo a millones de cubanos que seguían cada parte médico que diariamente se daba en televisión - Leer màs