El 6 de mayo las masivas protestas en Colombia completaron 9 días sin signos aún de debilitamiento. Las marchas del miércoles 5 convocadas por el Comité Nacional del Paro fueron masivas en muchas de las ciudades del país.
Contrario al debilitamiento en que trabaja febrilmente el gobierno con una doble estrategia, por un lado, y siguiendo las órdenes de Uribe, aumenta la represión y la confrontación violenta con los manifestantes usando el Escuadrón Móvil Antidisturbios, el odiado, ESMAD, y por el otro lado, se apresta a poner en marcha un diálogo que no una franca negociación con la gente y sus organizaciones que son quienes están en las calles desde hace 9 días.
Por lo pronto estas estrategias, no han dado resultados tangibles entre otras cosas porque el diálogo se ha limitado hasta ahora en el plano político a unas reuniones con los socios firmes de la coalición del Gobierno, esto es, al partido Centro Democrático, el partido Conservador y los grupos cristianos, que son los socios más cercanos del gobierno.
Con ellos Duque no logra siquiera tener mayorías en el Congreso.
Otros dos socios Cambio Radical y el Partido de la U mantienen sus distancias y se han negado, hasta ahora a concurrir al diálogo señalando que el gobierno debe señalar qué es lo que va a proponer en materia tributaria para entonces iniciar este diálogo.
También es un temor real al costo político que implica que los ciudadanos los identifiquen con un gobierno y unas políticas fracasadas en medio de una movilización social y de cara a unas elecciones cercanas en marzo del próximo año.
Las otras reuniones y las que vendrán son principalmente con aliados de los gremios empresariales que es un diálogo de yo con yo. El gobierno de Duque desde su posesión cogobierna con los gremios empresariales, ellos forman parte del gobierno.