[...] Según una revista nacional, en este país con 48 millones de habitantes, el 53 por ciento de la tierra aprovechable está en manos de 2.300 personas, y el 58 por ciento de los depósitos bancarios está en manos de 2.681 clientes.
¿Cómo cree nuestra dirigencia que va a aclimatar una paz verdadera sin dar alguna oportunidad, hasta hoy desconocida, a una de las sociedades más escandalosamente desiguales del mundo? [...]
¿Van a esperar que las iniciativas las sigan desencadenando sólo el resentimiento, la ignorancia y la barbarie? ¿Cómo no saben que uno de los deberes del Estado es propiciar la justicia verdadera, que abre horizontes, libera fuerzas creadoras, despierta talentos, deja fluir el río represado de la iniciativa económica, de la imaginación social y de la recursividad en todos los campos? ¿Cuándo convocarán a la sociedad a la gran fiesta de reinvención de la democracia? [...]
por William Ospina - Después de 50 años de guerra y 100 años de soledad, la sociedad colombiana necesita urgentemente encontrarse con la normalidad de la vida, dejar surgir de su corazón y de sus manos el potencial creador largamente frustrado por el odio y anulado por la desesperanza.
Todo se encadena: antes de las cinco décadas de violencia de guerrillas, paramilitares y mafias, hubo tres décadas de prédica del odio por parte de los partidos, y una larga tradición de irrespeto por la condición humana bajo las formas de la exclusión, el racismo, el clasismo y la intolerancia. Nuestra sociedad está ávida de las dulzuras de la convivencia, la recuperación de la confianza y la construcción de la solidaridad.
Es por eso que, al mismo tiempo que avanzan en La Habana los diálogos para poner fin al conflicto armado, el Gobierno habría debido dar ya la señal para que comience el florecimiento de la iniciativa ciudadana, para que sople el gran viento democrático que debe abrir camino a la reconciliación - texto completo
¿Cómo cree nuestra dirigencia que va a aclimatar una paz verdadera sin dar alguna oportunidad, hasta hoy desconocida, a una de las sociedades más escandalosamente desiguales del mundo? [...]
¿Van a esperar que las iniciativas las sigan desencadenando sólo el resentimiento, la ignorancia y la barbarie? ¿Cómo no saben que uno de los deberes del Estado es propiciar la justicia verdadera, que abre horizontes, libera fuerzas creadoras, despierta talentos, deja fluir el río represado de la iniciativa económica, de la imaginación social y de la recursividad en todos los campos? ¿Cuándo convocarán a la sociedad a la gran fiesta de reinvención de la democracia? [...]
por William Ospina - Después de 50 años de guerra y 100 años de soledad, la sociedad colombiana necesita urgentemente encontrarse con la normalidad de la vida, dejar surgir de su corazón y de sus manos el potencial creador largamente frustrado por el odio y anulado por la desesperanza.
Todo se encadena: antes de las cinco décadas de violencia de guerrillas, paramilitares y mafias, hubo tres décadas de prédica del odio por parte de los partidos, y una larga tradición de irrespeto por la condición humana bajo las formas de la exclusión, el racismo, el clasismo y la intolerancia. Nuestra sociedad está ávida de las dulzuras de la convivencia, la recuperación de la confianza y la construcción de la solidaridad.
Es por eso que, al mismo tiempo que avanzan en La Habana los diálogos para poner fin al conflicto armado, el Gobierno habría debido dar ya la señal para que comience el florecimiento de la iniciativa ciudadana, para que sople el gran viento democrático que debe abrir camino a la reconciliación - texto completo