Como toda dictadura, la que gobierna Bolivia, con Jeanine Áñez a la cabeza, le impuso a la sociedad de ese país un cerco comunicacional desde el primer minuto de consumado el golpe contra Evo Morales. Sin embargo, ese férreo control no logró impedir que salgan a la luz hechos de este gobierno ilegal a través de las redes sociales.
Este fue el caso de los sospechosos y reiterados vuelos del avión
presidencial boliviano hacia Brasil que, en un primer momento, el
gobierno inconstitucional buscó negar.
Sin embargo, los datos que surgen de la empresa norteamericana de seguimientos de vuelos FlightAware demuestran que el aeronave estuvo en Brasilia en la madrugada del primer día del golpe, el 11 de noviembre de 2019.
El régimen de Jair Bolsonaro es uno de los pocos aliados que tiene Áñez y el mandatario brasileño, junto al entonces presidente Mauricio Macri, fue de los que negó la existencia de un quiebre institucional en Bolivia - Leer texto completo