[Sputnik / elcomunista.net] - La lucha contra toda forma de esclavitud moderna, que representa una de las violaciones más crueles de los derechos humanos, es una tarea incumplida en el mundo. Pocos países asumen sus compromisos y otros, como EEUU, utilizan el hecho para someter a países a sus intereses hegemónicos.
Por María Luisa Ramos Urzagaste* - Cada año en el mes de junio el Gobierno de EEUU hace público su informe sobre la trata de personas en el mundo, TIP por sus siglas en inglés. Ese informe no se enmarca en el Protocolo de Palermo de la ONU, que es el instrumento para prevenir, reprimir y sancionar dichos delitos.
Desde el año 2000 la Ley de Protección de Víctimas de Trata y Violencia (TVPA, por su sigla en inglés) exige a su Gobierno que emita un reporte anual, el TIP, mediante el cual la potencia se atribuye el rol de justiciero global, califica y descalifica las acciones de los gobiernos en el mundo.
El informe establece una clasificación de cuatro niveles y la ley norteamericana prevé mecanismos de presión y castigos, pudiendo dicho país impedir el acceso a créditos de instituciones internacionales y además restringe el acceso a programas educativos y culturales.