Los carteles mexicanos, principalmente el de Sinaloda y el de Jalisco Nueva Generación, han consolidado su presencia en Colombia a través del financiamiento de estructuras armadas colombianas con el fin de apoderarse de territorios que anteriormente estaban controlados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según expresó el más reciente informe de Pares.
De acuerdo con el estudio Radiografía de la ominosa presencia de los carteles mexicanos, la relación de grupos del crimen organizado de Colombia y México viene de décadas anteriores, pero "en la actualidad esta relación se ha dinamizado debido al importante flujo de capital y armas traídas desde el país norteamericano".
Esta situación se debe, según señala Diego Alejandro Restrepo, coordinador de la línea conflicto, paz y posconflicto de Pares, a que después de la firma de los acuerdos de paz —en noviembre de 2016— hubo un reacomodo de las estructuras criminales al interior de Colombia.
Sobre este punto, la investigación también agrega que los territorios dejados por las FARC permitieron el ingreso de los carteles mexicanos, los cuales establecieron una estrecha relación con grupos armados locales tales como: el Clan del Golfo, Caparrapos, Los Pacheneca, Ejército Popular de Liberación (EPL) o Pelusos, y Grupos Armados Postfarc - Leer texto completo + temas relacionados