[[Sputnik / elcomunista.net] - El derribo de la estatua del comerciante de esclavos Edward Colston de su pedestal en el puerto de Bristol durante las protestas de Black Lives Matter está forzando a los británicos a encarar el racismo y la violencia de su pasado imperial.
Por Lourdes Gómez* - Colston fue el primer esclavista inglés arrasado en la ola de indignación e ira por la muerte del afroamericano George Floyd. Pero no es el último imperialista en caer de su posición de honor en Gran Bretaña.
La figura de Robert Milligan,
propietario de esclavos en Jamaica, se retiró poco después de la
explanada del Museo London Docklands.
Se empleó esta vez una grúa y una furgoneta para desalojar la pieza del antiguo muelle antillano de la capital británica. El museo celebró la retirada de un monumento conectado con la «explotación, la violencia colonial» y el «blanqueo de la historia».
NADIE A SALVO - «La realidad es que pocas personas de
las que han merecido una estatua se salvan de haber cometido hazañas
miserables», comenta a Sputnik Celia Montolío, editora y traductora al
castellano de la autobiografía de un esclavo liberto del siglo XVIII,
‘Narración de la vida de Olaudah Equiano, el africano’ - Leer texto completo