domingo, 21 de junio de 2020

México - Por qué la privatización de las semillas rompería la cohesión social y cultural del país

Por Eliana Gilet [Sputnik] - El nuevo T-MEC pide a México que cambie la forma en la que legisla internamente el uso de sus semillas, algo que tiene profundas implicancias económicas y políticas, pero también sociales y culturales. Sputnik te trae los pormenores de esta situación.
 
Una de las cláusulas del nuevo Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC) pide a México que revise su legislación interna para integrarse al acta de la Unión internacional para la protección de obtenciones vegetales del año 1991 —conocida genéricamente como Upov 91— y se adapte a sus características abandonando su régimen actual, correspondiente al acta del año 1978 (Upov 78).
 
Aunque el T-MEC brinda un plazo de cuatro años de gracia a México para la discusión de este cambio legislativo, un diputado local presentó una iniciativa para modificar la Ley Federal de Variedades Vegetales que consagra los mecanismos para que el Estado mexicano garantice el pago de patentes y regalías al puñado de empresas monopólicas que controlan el sector semillero internacional, acelerando el proceso sin permitir su discusión amplia con el campo social que será afectado. 
 
Esta modificación legal provocaría un cambio histórico en la forma cómo se utilizan las semillas para la producción agrícola en el país, ya que entre las vetas más sobresalientes se destaca la prohibición del libre intercambio de semillas entre los productores
 
obligándolos a pagar patentes y regalías a quien registre las distintas variedades vegetales naturales como propias —previendo sanciones a quien no las pague, que incluyen la destrucción de las cosechas y cárcel a los reincidentes—; 
 
así como también prohíbe el llamado uso propio que es una práctica ancestral por medio de la cual los campesinos reservan un poco de las semillas de su cosecha presente para con ellas dar inicio a la siguiente - Leer texto completo