Alfredo Zaiat [Sputnik] - Los
pronósticos optimistas elaborados por el FMI en abril indican que la
economía global caerá 3,1%. Una actualización de esa estimación apunta a
un retroceso de más de 5%.
Mientras la economía se derrumba en la mayoría de los países, un pequeño grupo de corporaciones aumenta ganancias, participación de mercado e influencia en la sociedad.
Lideran ese lote privilegiado de triunfadores las grandes empresas tecnológicas globales y le siguen los laboratorios medicinales y los productores de alimentos esenciales y de limpieza.
Ante semejante alteración del funcionamiento del capitalismo global, empieza a avanzar el debate acerca de la necesidad de cobrar un impuesto extraordinario a esas ganancias extraordinarias.
Fortunas
- La gran recesión no será igual para todos. El coronavirus que está
generando muchos padecimientos sociales, económicos y laborales se ha
convertido en el mundo perfecto para los gigantes de internet.
El índice de multimillonarios de Bloomberg reveló que las 500 personas más ricas del mundo perdieron 553.000 millones de dólares
en el primer cuatrimestre del año, mientras que se incrementó la
fortuna de los accionistas de las plataformas de internet dominantes.
Alphabet (el conglomerado que contiene a Google), Apple, Microsoft,
Amazon, Netflix y Facebook han aumentado sus ganancias y el valor de
capitalización bursátil.
Desde la última semana de marzo, cuando la pandemia derivó en crac bursátil, hasta fines de mayo, la cotización conjunta de esas grandes empresas tecnológicas subió en unos 810.000 millones de dólares.
Pecera - Parecía que esas compañías habían alcanzado un nivel de madurez que
implicaría un sendero más lento de expansión. La curva de crecimiento de
esas compañías se había empezado a achatar, lo que no significaba que
estuviera perdiendo dinero, sino que ya no crecían en forma acelerada.
Hasta que un virus modificó el escenario sanitario y económico global y
las colocó nuevamente al frente del dinamismo de crecimiento corporativo -
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