El experimento, realizado por investigadores de la Universidad de Southern Cross en Nueva Gales del Sur, se presenta como un intento de reducir las temperaturas locales del océano y frenar el blanqueamiento de los arrecifes de coral.
Pese a ser en pequeña escala, la prueba sienta un precedente muy peligroso para legitimar el despliegue de tecnologías de geoingeniería solar, que podrían tener efectos altamente perjudiciales e impredecibles sobre el clima.
A primera vista, no parece gran cosa: unos cuantos tecnólogos en un barco frente a la costa oriental de Australia, probando un ventilador que sopla niebla de agua marina hacia el cielo.
Sin embargo, las pruebas de tecnologías de geoingeniería como ésta son parte de una avanzada global para implementar la manipulación tecnológica del clima - Leer texto completo