¿Cómo será el mundo después de la pandemia? Todo género de audacias
imaginativas dan la vuelta al mundo y vuelven a darla. Unos claman por
«volver a la normalidad».
Otros alientan la ilusión de que «muerto el virus se acabó la rabia» del capitalismo. Algunos más dan tono verde ecologista a sus lucubraciones y, desde luego, no faltan los predicadores que entienden el conjuro del mal gracias a providencias extraterrestres, mientras atienden la suma de los «diezmos».
Pero están también los think tanks, los asesores intelectuales, los
académicos o los «gurús» para toda ocasión. Ya despliegan las artes del
oportunismo, y el menú completo del reformismo, para instalar los
dispositivos de la falsa conciencia convertida en «sentido común»,
actualizados con estadísticas e infografías.
Les urge entretenernos con la ilusión de un «nuevo capitalismo» humano y progresista, redimido de sus horrores por gracia de la pandemia.
Una carrera loca por «adivinar» el futuro se ha desatado. Se encendieron las alarmas en los tableros del control ideológico dominante porque ven derrumbarse las emboscadas que el capital ha tendido contra los seres humanos.