x José Luis Ríos Vera [lahaine.org] - El golpismo interpela sistemáticamente a la sociedad boliviana bajo un discurso de estigmatización y des-legitimidad en contra del "enemigo" socialista
En artículos anteriores hemos venido sustentando el macro despliegue de un Estado policial y de contra-inseguridad con apariencia “democrática” cuyo objetivo es el rígido establecimiento de las condiciones de control político, judicial, ideológico-mediático (en última instancia militar)
que logren destruir las fuertes condiciones políticas y de representatividad que mantiene el partido del Movimiento Al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP).
Mediante los mil hilos que totalizan al aparato estatal, el Estado de excepción transfigurado como “gobierno de transición” despliega la contrarrevolución en una guerra abierta contra las bases sociales, organizaciones y dirigentes de masas que aglutinan al MAS, en su objetivo de desarticular y desmovilizar a las clases campesinas, indígenas, obreras y movimientos sociales afines al partido.
De un modo ininterrumpido, con una abrumadora actividad en la totalidad de los órganos y ministerios estatales, el Estado de excepción interpela sistemáticamente a la sociedad boliviana bajo un discurso de estigmatización y des-legitimidad en contra del “enemigo” socialista, en contra del “totalitarismo” de sus gobiernos, “el Fraude monumental”, la “corrupción gigantesca”, etcétera - Leer texto completo
En artículos anteriores hemos venido sustentando el macro despliegue de un Estado policial y de contra-inseguridad con apariencia “democrática” cuyo objetivo es el rígido establecimiento de las condiciones de control político, judicial, ideológico-mediático (en última instancia militar)
que logren destruir las fuertes condiciones políticas y de representatividad que mantiene el partido del Movimiento Al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP).
Mediante los mil hilos que totalizan al aparato estatal, el Estado de excepción transfigurado como “gobierno de transición” despliega la contrarrevolución en una guerra abierta contra las bases sociales, organizaciones y dirigentes de masas que aglutinan al MAS, en su objetivo de desarticular y desmovilizar a las clases campesinas, indígenas, obreras y movimientos sociales afines al partido.
De un modo ininterrumpido, con una abrumadora actividad en la totalidad de los órganos y ministerios estatales, el Estado de excepción interpela sistemáticamente a la sociedad boliviana bajo un discurso de estigmatización y des-legitimidad en contra del “enemigo” socialista, en contra del “totalitarismo” de sus gobiernos, “el Fraude monumental”, la “corrupción gigantesca”, etcétera - Leer texto completo