sábado, 1 de febrero de 2020

mundo - Evitar un jaque al rey en el Golfo

x Rafael Poch [lahaine.org] - El asesinato del General Soleimani, que jugaba al ajedrez con Ryad, no fue una improvisación irracional de Trump

El 8 de enero misiles de crucero iraníes atacaron dos bases militares de EEUU en Irak [lo que produjo centenares de heridos y quizás muertos]. El ataque era una respuesta al asesinato, cinco días antes, del General Gasem Soleimani, uno de los principales hombres de estado iraníes, cuando se hallaba en misión diplomática en un país amigo.

Como se ha dicho, la misión diplomática de Soleimani en Bagdad tenía que ver con conversaciones de deshielo entre Teherán y la monarquía saudí, los dos grandes enemigos de la región, mantenidas bajo mediación de Irak. Cuesta encontrar precedentes de un magnicidio tan provocador.

Políticamente su razón de ser no hay que buscarla en una brutal improvisación de Donald Trump más o menos relacionada con un proceso de destitución presidencial claramente condenado al fracaso.

El motivo tiene que ver con la apuesta geopolítica fundamental de Washington en la región, mucho más que con el deseo de EEUU de castigar a Irán por su contribución a los últimos reveses sufridos por el imperialismo en Irak y en Siria, en los que el papel de Soleimani fue importante.

La apuesta fundamental de Washington en la región se llama Arabia Saudita. Si ese país deja de orbitar alrededor de EEUU, la región se pierde. Washington ha errado en Irak.

Al final su guerra allí concluyó, además de la destrucción y la matanza, con la formación de un gobierno dominado por chiítas y no hostil a Irán - Leer texto completo