jueves, 6 de febrero de 2020

Réquiem por una Europa decrépita y en decadencia

[Sputnik / elcomunista.net] - Fue el triunfo definitivo de los otanistas frente a los europeístas. Fue el funeral oficial de la doctrina de Gaulle. Fue —en definitiva— la muerte de Europa, en cuyo territorio se impuso desde entonces la voluntad de la OTAN que —recordémoslo— siempre tiene como jefe a un general de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.  

Por Sergio Rodríguez Gelfenstein* - En enero de 2003 el secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, acuñó el epíteto de Vieja Europa para referirse a ciertos países de la región oeste de ese continente que rechazaban participar en la guerra que Estados Unidos desataría más tarde contra Irak. 

En contraposición, Rumsfeld exaltaba el apoyo recibido de los países del este que durante casi medio siglo estuvieron atados a la Unión Soviética y que habían realizado una transición antidialéctica hacia la extrema derecha.  

Rumsfeld los llamó la Nueva Europa. A ellos se unían los gobiernos del Reino Unido (Tony Blair), España (José María Aznar) e Italia (Silvio Berlusconi), quienes representaban la subordinación más extrema a las políticas emanadas de la Casa Blanca. 

Con ellos finalmente pudo desatar su guerra a partir de informes falsos creados con ese objetivo - Leer texto completo