En su último informe el FAP propuso establecer una mesa intersectorial con el objetivo de dar seguimiento a ese flagelo, que calificó de alarmante, y contribuir al desmonte de dichas estructuras criminales.
Esa convergencia de agrupaciones sociales y políticas alertó acerca de la expansión de los grupos paramilitares dentro de algunas regiones, en probable convivencia con miembros de la Fuerza Pública.
Luego de asegurar que en los últimos cuatro meses los pobladores constataron un ambiente de mayor tranquilidad como resultado de las medidas dirigidas a reducir la intensidad de la guerra, el FAP abogó por la instauración del cese el fuego bilateral.
Desde el pasado 20 de julio las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) iniciaron sexta pausa combativa; para secundar tal determinación el Gobierno ordenó suspender los bombardeos aéreos contra los campamentos guerrilleros, no así los despliegues terrestres - texto completo
