(elcomunista.net) - El recién acabado 2021 nos ha deparado numerosas convulsiones internacionales, en eso no se ha diferenciado del anterior, y seguimos en el nuevo año con peligrosas herencias que siguen sin ser resueltas.
La crisis sanitaria que comenzó en 2020, la crisis económica agravada por la pandemia y en la que destaca la crisis energética, la crisis climática y las tensiones geopolíticas, en buena medida surgidas por la negativa de EEUU y sus satélites occidentales a aceptar la realidad de un mundo multipolar
Con respecto al campo sanitario, el coronavirus marcó el 2020, el 2021 y estará vigente en el 2022. La pandemia está tornándose crónica. El sistema sanitario mundial aún no cuenta con la preparación necesaria para enfrentar una pandemia de gran magnitud.
La atención de la salud dejó de ser un derecho fundamental para convertirse en un servicio mercantil regulado por las leyes del mercado. La industria farmacéutica norteamericana se llena los bolsillos con la producción de vacunas de dudosa eficacia y durabilidad.
La Unión Europea, fiel a los dictados de Washington sigue rechazando el uso de otras vacunas como las rusas, chinas y cubanas.
Occidente ha atendido la pandemia acatando la receta del modelo neoliberal: priorizar la economía con decisiones que benefician al gran capital, mientras que la población, de forma más severa la del tercer mundo, es diezmada por las nuevas cepas del coronavirus, que ha causado estragos en los pobres más que en otro grupo social - Leer màs