(Sputnik / elcomunista.net) - Al cumplirse un año del asalto al Capitolio estadounidense, que dejó cinco muertos y 700 imputados, cada vez surgen más voces que advierten sin tapujos de que la victoria de Donald Trump en las próximas presidenciales fijadas para noviembre de 2024 podría ser el preludio de una profunda crisis democrática en EEUU.
Por Francisco Herranz* - Algunas de esas opiniones marcan incluso fechas. «Para 2025, la democracia estadounidense podría colapsar, provocando una extrema inestabilidad política interna, incluida la violencia civil generalizada.
Para 2030, si no antes, el país podría estar gobernado por una dictadura de derechas».
Quien se expresa así, en esos preocupantes términos, es un politólogo e investigador canadiense, Thomas Homer-Dixon, doctor en Ciencias Políticas por el prestigioso MIT, y catedrático por la Universidad de Waterloo.
El propio Homer-Dixon avisa a quien le lee que no hay que descartar estas posibilidades «porque parezcan ridículas o demasiado horribles de imaginar», pues en 2014, la sugerencia de que Trump se convertiría en el 45º presidente de EEUU también les habría parecido absurda a casi todos.
«Pero hoy vivimos en un mundo donde lo absurdo se convierte regularmente en realidad y lo horrible es un lugar común», opina el experto
Al cumplirse un año del asalto al Capitolio estadounidense, que dejó cinco muertos y 700 imputados, cada vez surgen más voces que advierten sin tapujos de que la victoria de Donald Trump en las próximas presidenciales fijadas para noviembre de 2024 podría ser el preludio de una profunda crisis democrática en EEUU.
Por Francisco Herranz* - Algunas de esas opiniones marcan incluso fechas. «Para 2025, la democracia estadounidense podría colapsar, provocando una extrema inestabilidad política interna, incluida la violencia civil generalizada.
Para 2030, si no antes, el país podría estar gobernado por una dictadura de derechas».
Quien se expresa así, en esos preocupantes términos, es un politólogo e investigador canadiense, Thomas Homer-Dixon, doctor en Ciencias Políticas por el prestigioso MIT, y catedrático por la Universidad de Waterloo.
El propio Homer-Dixon avisa a quien le lee que no hay que descartar estas posibilidades «porque parezcan ridículas o demasiado horribles de imaginar», pues en 2014, la sugerencia de que Trump se convertiría en el 45º presidente de EEUU también les habría parecido absurda a casi todos.
«Pero hoy vivimos en un mundo donde lo absurdo se convierte
regularmente en realidad y lo horrible es un lugar común», opina el
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