x Pepe Escobar (lahaine.org) - Los caballos de Troya están siendo muy explícitos. Quieren un cambio de régimen, el fin de la campaña de vacunación y, qué más, "el fin de todas las alianzas con Rusia"
Kazajistán se sumió en el caos prácticamente de la noche a la mañana. En principio, producto a la duplicación del precio del gas licuado, que alcanzó el equivalente de 20 rublos (rusos) por litro [0,26 dólares].
Esta fue la chispa de las protestas a nivel nacional, desde la nueva capital Nur-Sultán, antes era Astana, hasta el centro comercial de Almaty y los puertos del Mar Caspio de Aktau y Atyrau.
El gobierno central se vio obligado a reducir el precio del gas al equivalente a 8 rublos el litro.
Sin embargo, este hecho sólo provocó la siguiente etapa de protestas, que exigieron precios más bajos de los alimentos, el fin de la campaña de vacunación (!), una edad de jubilación más temprana para las madres con muchos hijos y, por último, pero no menos importante, un cambio de gobierno, con el lema: Shal, ket! («Abajo el viejo»).
El «viejo» no es otro que el líder, Nursultan Nazarbayev, de 81 años, quien a pesar dejar la presidencia después de 29 años en el poder, para todos los propósitos prácticos sigue siendo la eminencia gris a cargo del Consejo de Seguridad, un ente responsable de la política interior y exterior.
La perspectiva de otra revolución de colores inevitablemente viene a la mente: tal vez será Turquesa-Amarillo, es decir con los colores de la bandera nacional de Kazajistán.
Sin embargo justo en el momento justo,
algunos observadores han publicado las notas de la embajada
estadounidense, que ya estaban «advirtiendo» a Washington sobre
protestas masivas el pasado 16 de diciembre de 2021 - Leer màs + mapa