(Sputnik / elcomunista.net) - Era una momia desconocida, aunque increíblemente bien conservada a lo largo de unos siete siglos, y ahora tiene un sitio permanente de reposo en Bolivia, su tierra natal, y hasta un nombre: Saphi, o «Raíz» en lengua aymara.
Era una niña que murió a los ocho años y ahora está llamada a convertirse en uno de los símbolos más valiosos de la recuperación de valores ancestrales que se desarrolla en el país, especialmente desde que proclamó en 2009 su carácter de plurinacional.
Según el Ministerio de Culturas y arqueólogos independientes, la pequeña fue muy probablemente miembro del reino Pacajes del altiplano al sur del lago Titicaca, un pueblo de guerreros próximo tanto a la cultura aymara de Tiwanacu como a la quechua de los Incas, todo anterior a la llegada de los colonizadores españoles.
La momia fue presentada y llamada Saphi en una ceremonia realizada el pasado lunes 9, Día Internacional de Los Pueblos Indígenas, dos años después de haber sido devuelta por una universidad estadounidense.
«Afortunadamente, una gestión exitosa de expertos americanos y bolivianos ha permitido esta recuperación de patrimonio cultural que no tiene precio, que era hasta inimaginable», dijo a Sputnik el sociólogo Marcelino Quispe, experto en cuestiones indígenas.
El también docente de la Universidad Indígena Tupak Katari, ubicada en la provincia altiplánica Omasuyos a unos 180 kilómetros al noroeste de La Paz, añadió que el retorno de la niña momia marcaba «un hito sin precedentes en la revalorización cultural de Bolivia».
«Además, su reconocimiento oficial como patrimonio del más alto valor es lo mínimo que podía esperarse de las autoridades del Estado Plurinacional», dijo - Leer màs