Hace cien años trece hombres se reunían en secreto para crear el Partido Comunista Chino. Tras muchas errancias y múltiples aventuras el Partido se ha convertido en la mayor agrupación política del mundo. Sin lugar a dudas iba a determinar en gran medida el curso del siglo XXI.
Texto y explicaciones de Marc Vandepitte, experto en China.
Contexto histórico
China fue durante siglo un imperio influyente y poderoso. Esta situación cambió radicalmente tras las guerras del opio a partir de 1840 (1). El país se convirtió en una semicolonia. Las potencias extranjeras ocuparon vastas regiones o pasaron a estar bajo su esfera de influencia. Los países imperialistas destruyeron la naciente industrialización.
La población se empobreció totalmente y las hambrunas se hicieron frecuentes (2). En ese periodo murieron decenas de millones de personas en China víctimas de privaciones y de violencia política. También en esa época la trata de esclavos negros fue sustituida por la trata de obreros chinos.
La población china se rebeló en muchas ocasiones contra las malas condiciones vida y a favor de la independencia nacional. En 1911 hubo una revolución en la que fue derrocado el emperador. El nuevo presidente, Sun Yat-sen, fue el fundador de la República de China, aunque no logró acabar con la dominación extranjera ni con las estructuras feudales del país.
Este es el contexto en el que diez años después trece delegados se reunieron con el mayor de los secretos para crear un nuevo partido comunista, el Partido Comunista Chino, PCCh). Uno de ellos era Mao Zedong. Su gran modelo era la Revolución rusa de 1917. En aquel momento el partido no contaba más que con 53 miembros.
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