(Sputnik / elcomunista.net) - Las voces de la comunidad indígena colombiana carijona cuentan la historia de una violencia que la ha perseguido durante generaciones como si se tratara de una maldición, y que hoy la tiene al borde del exterminio.
No más de 300 de ellos están asentados en los departamentos de Guaviare y Amazonas (sur), apenas preservando su lengua y con la esperanza de que sean reparados como víctimas del conflicto armado.
Su padecimiento a se remonta a 1920, cuando compañías estadounidenses, inglesas y francesas se volcaron por las selvas amazónicas a conseguir caucho y en ese paso terminaron por esclavizar a los carijona, quienes en los años 1980 empezaron a sufrir otra violencia: la que dejan los grupos armados ilegales que arrasaron con buena parte de su comunidad.
«Su cultura fue de cierta manera exterminada por esos patronos del caucho que no les dejaban hablar su lengua, los torturaban, mutilaban, no les pagaban por su jornada de trabajo y los obligaron a adoptar su religión, y estas mismas familias fueron después reclutadas y violentadas en el marco del conflicto por grupos armados ilegales, además en su territorio se libró la guerra contrainsurgente», explica a Sputnik la comisionada Patricia Tobón, integrante de la Comisión de la Verdad.
En la actualidad, ese organismo, creado en el marco de los diálogos de paz de La Habana para esclarecer las causas del conflicto armado y satisfacer el derecho de las víctimas a conocer lo ocurrido, escucha a los Carijona como parte de un trabajo que desarrolla
para poder incluir en un capítulo étnico sus voces y análisis del conflicto del que han sido víctimas junto con 17 macroterritorios étnicos donde se ha ubicado la guerra por más de 50 años - Leer màs