(Sputnik / elcomunista.net) - El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció la adopción de una enmienda en el Senado de EEUU acerca del uso en la isla de señales de internet procedentes de esa nación, la que calificó como una «agresión» que forma parte de la política subversiva contra su país.
«Denuncio agresión del Senado de EEUU mediante enmienda sobre internet en Cuba que contribuye a lucrativo negocio de maquinaria política-subversiva en Florida. El bloqueo es el obstáculo fundamental al acceso libre y soberano del pueblo cubano a internet», expresó el titular cubano de Exteriores en su cuenta de la red social de Twitter.
El 11 de agosto, la Cámara Alta del Congreso de EEUU aprobó una enmienda que pide a la Casa Blanca «facilitar» el acceso libre a internet en Cuba con la creación de un fondo que facilite este servicio «abierto y sin censura», de acuerdo a un reporte del periódico local El Nuevo Herald.
La enmienda fue presentada por los senadores republicanos por Florida, Marco Rubio y Rick Scott, y solicita establecer un fondo de reserva para «facilitar el suministro del servicio de internet a los ciudadanos de Cuba», subraya el diario.
Por su parte, el Gobierno de la isla insiste en que esta medida forma parte de un plan financiado desde Washington, dirigido a subvertir el orden interno en Cuba, y alentar la desestabilización social, como parte de un golpe blando para derrocar a las autoridades del país.
La Habana acusa al Gobierno norteamericano de ser el principal instigador de las protestas ocurridas en la isla el pasado 11 de julio, como parte de un plan subversivo, a través de empresas operadoras de internet desde ese país, en colaboración con miembros de grupos radicales de emigrados cubanos asentados en la sureña ciudad estadounidense de Miami.
Cuba ha denunciado también que los hechos violentos ocurridos en la isla son manipulados por los grandes medios de prensa, y tratan de presentarse a la opinión pública internacional como «manifestaciones pacíficas» y «espontáneas», incluso como un «estallido social».
Pero, según las evidencias y las denuncias presentadas por el Gobierno cubano, estos acontecimientos apuntan a otro capítulo de una guerra no convencional, también conocida como “guerra híbrida”, “revoluciones de colores” o “golpe blando”, como parte de un manual aplicado por Washington en varios países de Europa Oriental, Medio Oriente y América Latina - Ver texto