(Sputnik / elcomunista.net) - El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sancionó a mediados de julio la medida provisional que posibilita la privatización de Eletrobras, la mayor empresa eléctrica de Latinoamérica.
¿Qué consecuencias tiene la capitalización de la estatal brasileña para el país y qué impactos causa en la central hidroeléctrica binacional de Itaipú?
En conversación con Sputnik Brasil, José Antonio Feijó de Melo, ex jefe de gabinete de la Presidencia de la Compañía Hidroeléctrica de San Francisco (CHESF) —una subsidiaria de Eletrobras—, consideró que la privatización de Eletrobras es un gran equívoco.
Para el especialista, Brasil, un país que tiene una gran capacidad hidroeléctrica, está cediendo el control de su sector eléctrico.
«Al establecer que todo será privado, el país deja de tener capacidad de injerencia directa en el asunto. Esto tendrá repercusiones. El poder público estará en manos de la iniciativa privada», sentencia Feijó de Melo.
Para comparar, el analista menciona que grandes naciones capitalistas con alto poder de generación de energía hidroeléctrica, como es el caso de Estados Unidos, Canadá, Suecia y Noruega, conservan este sector bajo control estatal.
«En Estados Unidos, las grandes hidroeléctricas ni siquiera son parte de la maquinaria pública, es el Ejército el que las controla. Y Brasil está renunciando a eso», lamenta.
La energía eléctrica en Brasil - Para Feijó de Melo, los problemas que enfrenta el sector eléctrico brasileño comenzaron durante la Administración de Fernando Henrique Cardoso, quien estuvo al mando del país entre 1995 y 2002.
El entonces presidente, influenciado por el modelo adoptado por la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, cambió la filosofía del sector de servicios públicos esenciales en Brasil.
Antes era estrictamente controlado por el Gobierno y pasó a estar sujeto a las reglas de mercado y competencia, abierto a la iniciativa privada - Leer màs